virtualizacionNadie cuestiona hoy en día el uso de la virtualización como piedra filosofal en lo que a entornos de sistemas se refiere (y no sólo de sistemas…). Los avances en lo que respecta al hardware disponible, los nuevos hipervisores, así como la integración con los nuevos juegos de instrucciones facilitados por los fabricantes de procesadores nos ofrecen un entorno ideal donde el crecimiento ya no es un obstáculo en sí mismo y cuya principal característica es la flexibilidad.

Son pocas ya las aplicaciones no susceptibles de ser virtualizadas y menos los fabricantes que aún no soporten sus soluciones sobre, al menos, las plataformas de virtualización más estandarizadas del mercado (VSphere de Vmware e HiperV de Microsoft).

SITUACIÓN ACTUAL DE LA VIRTUALIZACIÓN DE ENTORNOS TI

Actualmente, la virtualización nos ayuda a derrumbar muros, a eliminar límites y dependencias hasta hace poco existentes y todo ello está suponiendo un cambio drástico en la forma de entender nuestros entornos de TI. La virtualización de la red (NSX de Vmware) y el almacenamiento (vSAN de Vmware) transforma las redes y centros de datos de arriba a abajo. Tanto es así que cuando hablamos de “Proyecto de Virtualización”… el concepto pudiera resultar muy ambiguo; pues podemos estar virtualizando múltiples recursos que hasta ahora, tradicionalmente eran ofrecidos desde dispositivos físicos dedicados (como pueda ser una cabina de almacenamiento tradicional).

Los avances conseguidos en lo que respecta a la abstracción del hardware subyacente nos ofrecen un abanico inmenso de posibilidades y flexibilizan de una forma extraordinaria nuestra infraestructura de TI. Y es aquí donde reside la principal ventaja de la virtualización en el punto que nos encontramos. Una vez asumidos y superados los primeros retos de la virtualización, eliminando las dependencias del hardware y consolidando entornos; inmersos ya en el trabajo con los segundos retos, la gestión y automatización de nuestro entorno virtual … nos podríamos plantear cuáles son los próximos “retos” y las respuestas pueden ser muchas … infinitas; pero todas basadas en la flexibilidad de nuestro entorno y la abstracción en lo que a servicios de infraestructura se refiere. Esta flexibilidad ha aportado nuevas soluciones de replicación, escenarios de recuperación de desastres, capacidades de gestión de entornos híbridos de forma centralizada, redimensionamiento de recursos ante demandas puntuales y un sinfín de posibilidades que aportan un dinamismo en nuestra infraestructura que revierte en la agilidad del negocio y por tanto nos posiciona como competidor en las mejores condiciones.

VIRTUALIZACIÓN, EL CENTRO DE DATOS DEFINIDO POR SOFTWARE

El centro de datos definido por software (SDDC) está aquí para quedarse y para abordar de una forma segura este reto, es imprescindible disponer de un entorno virtualizado en todas sus capas, desde el nivel de aplicación hasta la red.

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Herramientas adicionales, como pueda ser vCloud Director nos aportarán esa capacidad de aprovisionamiento de recursos de forma rápida y sencilla. El hecho de aprovisionar infraestructuras de TI de una forma sencilla y automatizada, no tiene porqué ser un problema. Estos nuevos escenarios, aportan la flexibilidad necesaria para poder adaptarnos a necesidades puntuales y viajar a la misma velocidad que requiere nuestro negocio.

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Y no podemos olvidar la famosa nube… en un futuro muy próximo esta nube que ha ido creciendo y alimentándose de recursos e información cada vez más relevante, será (ya lo es en muchos entornos) el auténtico centro de datos y computación para la mayoría de usuarios. Será este cambio de paradigma el que empuje sin duda alguna a un cambio que va más allá de nuestro entorno de TI, un cambio que afectará directamente a la forma de trabajar de los usuarios finales. Las capacidades y flexibilidad de la nube, facilitarán el trabajo y acceso a los datos desde cualquier sitio. Siendo así, se presenta un gran reto; estar preparados para ese cambio tanto en lo que respecta al ámbito tecnológico como en nuestra idea de trabajo.

Si bien todo indica que el camino hacia la nube es algo difícil de esquivar, también es cierto que debido a las características de algunos modelos de negocio e incluso a la idiosincrasia de cada mercado, no todos los entornos de TI son fácilmente trasladables a la nube. Es aquí donde podríamos ubicar los entornos híbridos, aquellos que nos permitan gestionar tanto nuestros recursos propios como aquellos recursos que dispongamos en la nube (bien sea privada o pública) o incluso aquellos por los cuales paguemos puntualmente ante cualquier necesidad.

Este proceso eterno, de cambios, nuevas estrategias, sufre ahora más que nunca una revolución incrementando las posibilidades de los entornos de TI. Si en una primera fase se consolidaron entornos y en una segunda se automatizaron, llega el momento de integrar estos entornos de TI con las capacidades de la nube. Y para ello existen soluciones como vSphere (dotándonos de consolidación, HA, DRS, etc….), vRealize (aportándonos gestión y automatización) y vCloud Air (facilitando la integración con la nube) nos ayudarán a estar preparados para asumir los cambios que se avecinan.

Por un momento imaginemos las diferentes posibilidades que nos ofrece el disponer de un entorno Exchange virtualizado o físico. Las capacidad de reubicar este servicio, de gestionar su crecimiento, de asegurar un entorno de DR, incluso de hacer copias de seguridad son mucho mayores cuando hablamos de entornos virtuales. Se trata de abrir las puertas de nuestros entornos de TI a múltiples nuevas posibilidades, de no cerrarnos, de no perder oportunidades por ser inflexibles.

ME PERMITO INTENTARLO PLASMAR EN ESTA ECUACIÓN: ABSTRACCIÓN + FLEXIBILIDAD = VIRTUALIZACIÓN.

Bienvenidos a la virtualización de la virtualización.

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